12.11.12

Mujercitas / Aquellas mujercitas - Louisa May Alcott

Puedo afirmar sin temor a equivocarme que Mujercitas es un indiscutible clásico de la literatura, así como que aportará un dulce sabor a toda estantería que tenga la suerte de contar con él entre sus títulos. Su historia es de un color vivo, distinto, poco común, auténtico. La tonalidad que todos necesitamos disfrutar alguna vez en la vida. En escasas ocasiones nos toparemos con una novela que iguale a esta en derroche de humanidad e inocencia.

Si hay algo que compartimos todos, es que todos hemos sido niños. Todos nos veremos tarde o temprano obligados a afrontar la misma aventura que emprenden las hermanas March, crecer. La lectura de este libro puede ayudarnos mucho en esa empresa, asistimos como invitados de excepción al desarrollo de sus capacidades, conocimientos, ideas y sueños.

Irremediablemente nos identificaremos con las dispares personalidades de las jóvenes, a veces con la ilimitada benevolencia de Beth, otras con la responsabilidad de Meg o el orgullo de Amy y como no, aplaudiremos en más de una ocasión al igual que nos inquietará en otras tantas, la rebeldía de Jo.

"Déjame ser niña todo el tiempo que pueda."

La madre constituye el eje sobre el que todo discurre, a modo de director de orquesta, enseña, aconseja, acompaña y vigila el camino de cada una de sus hijas. Es uno de los factores que dotan a la obra de un tono moralista que puede llegar a resultar excesivo. Sin embargo, el padre aparece como una presencia que en realidad carece de papel.

De la perspectiva masculina se encarga Laurie, de la mano del cual comenzaremos a ver un tímido niño con buenas aptitudes, travieso e inquieto que perpetuará su andadura junto a Jo y las demás. Continuará por dejarnos ver a un adolescente con el turbulento mar de emociones y confusiones que ello supone. Terminará por ser un caballero que nos muestre el auténtico significado de la amistad y el amor.

La sencillez de la que están impregnadas la narración y la acción nos recuerda lo verdaderamente importante, el transcurrir de cada día, la compañía de los seres queridos y los obstáculos que diariamente hay que superar. La lectura puede resultar algo lenta en algunos tramos pero al término de la misma sentiremos que hemos evolucionado y aprendido junto a unos personajes cuyo recuerdo nos acompañará siempre.
"Quisiera no tener corazón, ¡me duele tanto!"

Aquellas mujercitas se me antoja un apéndice necesario para obtener una visión global de la vida de esta familia, recomiendo la lectura de ambas novelas una a continuación de la otra puesto que en conjunto conforman un todo más completo y con mayor sentido. Nos reencontraremos con nuestros protagonistas años después del punto en que terminó Mujercitas, la trama se transforma, dejando a un lado el cariz infantil del primer libro y evolucionando a la par que los personajes. A modo de novela coral, conoceremos el devenir de cada una de las hermanas de forma independiente, para llegar a un desenlace que redondea la historia y le pone punto final.

6 comentarios:

  1. Pues todavía no lo he leído y eso que me gustan mucho éste tipo de clásicos. Buscaré una edición bonita que le haga honor cuando me lo compre algún dia, pues tengo idea de hacerlo. Besos.

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  2. Yo lo quiero leer... algún día cae, seguro porque lleva en mi lista de pendientes demasiado tiempo...

    Besos.

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  3. Mujercitas!! Un clasicazo! Me encanta =)

    Besotes

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  4. Lo leí hace mucho tiempo y me encantó. Es todo un clásico, de los que se recuerdan con cariño. un beso

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  5. Una reseña estupenda. Me has dejado un gustillo de nostalgia y cariño que me empuja a hacerme con este libro. Gracias.
    BEsos

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  6. No lo he le leído aún y lo tengo en casa desde hace bastante tiempo.

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