La primera maldición (Oscuros IV) - Lauren Kate

El esperado cierre de la tetralogía Fallen, conocida en España como Oscuros, comienza en el punto en el que se quedó la tercera parte, La trampa del amor, de la que también disponéis de mi opinión en el blog.

La trama se estructura en una serie de sucesos muy definidos. Nuestros héroes deciden afrontar el reto que se les presenta de luchar contra el mal, para ello deberán encontrar tres objetos sagrados que se ocultan en deslumbrantes capitales europeas: Venecia, Viena  y Aviñón. El escenario es por tanto, uno de los atractivos de la novela y seña de identidad de la saga, que presume de atrayentes emplazamientos en cada una de sus entregas. En La primera maldición recuperamos algo de esa atmósfera gótica de la que hacía gala la primera parte y que se dejó de lado en los siguientes volúmenes.

Además de reencontrarnos con la mayoría de los personajes que han formado parte de la historia en los libros anteriores, aparecen en escena otros nuevos que aportarán un punto de vista diferente sobre la idea del bien y del mal. Me refiero a los proscritos, algo así como una suerte de ángeles zombies que han sido empujados a la marginalidad. La diversidad de bandos y personajes dota a la novela de amplitud, sin embargo no están bien desarrollados ni se les da una importancia real. Luce y Daniel, la pareja protagonista, ocupa siempre el primer plano, impidiendo que todos los demás hagan algo aparte de acompañar. La actitud de la chica, tan criticada en los libros anteriores, parece mejorar levemente ya que tiene un poco más de iniciativa, pero sigue siendo tan insulsa y dependiente como siempre. El chico continúa igual de simple y artificial. Todos los personajes son demasiado planos, incluidos los protagonistas. En el caso de los secundarios, están tan mal dibujados que llegan incluso a diluirse.

"La mortalidad es la historia más romántica jamás contada. Una sola oportunidad para hacerlo todo."

El argumento se desarrolla de forma muy infantil. Los acontecimientos transcurren uno detrás de otro, nunca solapándose y sin dar lugar a ninguna posible subtrama. El resultado de cada una de las aventuras que emprenden es de lo más previsible, siendo el elemento sorpresa una gran carencia en toda la novela.

Un tema patente en toda la historia y muy mal empleado es la religión. Lauren Kate trata de dar solidez al libro basándose en parte del ideario cristiano, lamentablemente el resultado obtenido es el contrario al deseado. No se hace nada creíble la situación que se describe y se detecta fácilmente la imparcialidad de la autora al respecto, escribe sobre algo que no se cree en absoluto y eso crea en el lector una sensación de falsedad y falta de empatía con lo que está leyendo. Posiblemente un católico pueda hasta ofenderse con algunas escenas que no pueden calificarse mas que como ridículas. De hecho no es necesario ser católico para indignarse ante lo ridículo que puede resultar el texto.

El final intenta ser rompedor, y aunque es cierto que no es lo que puedas esperarte desde un principio, tampoco es nada que no hayamos visto ya antes. 

La valoración general de la saga es mediocre, ofrece un entretenimiento muy facilón a base de seres alados, damiselas en apuros, viajes en el tiempo y el espacio, amoríos celestiales y la tradicional lucha entre buenos no tan buenos y malos no tan malos.

Disney ha adquirido los derechos de las novelas para realizar la adaptación cinematográfica que se rumorea contará para los papeles principales con Lucy Hale y Alex Petyffer. Previsiblemente será estrenada a lo largo del 2013.