Misión Olvido - María Dueñas

Antes de entrar en materia debo confesar que comencé la lectura de esta novela con unas expectativas bastante bajas, pues todo apuntaba a que su calidad era inferior a la de la archiconocida ópera prima de la autora. Teniendo en cuenta que dicha novela si bien me gustó no consiguió convencerme y que Misión Olvido empezó a cosechar malas críticas desde su salida, mi escepticismo estaba más que justificado.

Efectivamente, como era de esperar, el libro no me ha gustado. En ningún momento he sentido el deseo de continuar leyendo, con su floja historia, sus personajes carentes de chispa y la continua sensación de estancamiento.

Se aprecia una positiva evolución en la narración, la habilidad de la autora para transmitir la información y contar historias es posiblemente el punto fuerte del libro. La mejor arma de María Dueñas es el lenguaje, en el que el lector se puede recrear en un texto bien escrito.

A nivel argumental la historia está muy desnuda. Divaga entre la vida particular de los personajes sin detenerse realmente en ensalzar ninguna, intentando que el telón de fondo de las misiones actúe como nexo, sin embargo, el resultado no es satisfactorio pues el foco de atención no termina de fijarse y encauzarse.

Nos presentan a Blanca Perea como la protagonista que debe dotar de sentido al conjunto y que guiará al lector a través de las páginas, pero la realidad es que la novela (nunca mejor dicho) se olvida de ella en demasiadas ocasiones, haciendo que ocupe un papel prácticamente secundario en favor de otros, especialmente de Daniel Carter. Al lector le surgen dudas sobre dónde quiere ir a parar realmente, sobre cuál es el objetivo de la novela.

"No es bueno dejar heridas abiertas. El tiempo lo cura todo, pero antes es conveniente reconciliarse con lo que uno ha dejado atrás."

El perfil de los dos galanes físicamente es muy diferente, pero sorprende que sus actitudes, forma de hablar y relaciones con Blanca son tan parecidas que da la molesta sensación de que ambos personajes pueden llegar a ser intercambiables.  Por otra parte no se aprecia un proceso de crecimiento en los sentimientos que se profesan entre ellos, haciendo que sus interactuaciones no resulten del todo creíbles.

El resto del escaso elenco no aporta nada, siendo parte irrelevante y ejerciendo como relleno. Creando por tanto un resultado final aún más plano. Todo ello hace que la lectura se alargue y se haga un poco cuesta arriba.

La protagonista no emprende ningún tipo de camino de sanación espiritual, simplemente pasa por un mal momento familiar y su resolución consiste en huir lo más lejos posible. No le ocurre nada demasiado trascendental como para que su forma de ver su propia historia de un giro lo suficientemente fuerte para continuar adelante con una mejor actitud. Si consigue rehacer su vida no es más que por el tiempo que inevitablemente nos ofrece a todos una perspectiva diferente y más madura.