El prisionero del cielo - Carlos Ruiz Zafón

El reencuentro con El Cementerio de los Libros Olvidados, lugar mágico  sobre el que giran personajes e historias que me hicieron soñar tiempo atrás, ha sido más que emotivo. Nada más leer la primera línea de esta novela caes rendido a su embrujo. Cuánto echaba de menos la prosa de este señor. Hacía mucho que no me enamoraba de un libro. Impaciente me hallo ante la previsible larga espera hasta la próxima novela.

En esta ocasión el foco recae sobre un Daniel adulto que actúa de hilo conductor, a la par que el carismático Fermín Romero de Torres pasa a un papel protagónico, dándonos a conocer su turbulento pasado y haciendo encajar piezas de un puzzle que quedaban sueltas.

"Las gentes con el alma pequeña siempre tratan de empequeñecer a los demás." 

He vuelto a creer en la magia. La tinta con que está escrito destila misterio, bruma que envuelve, escenarios que viven, personajes que atrapan. Secretos que aguardan ser descubiertos por el lector que es cogido de la mano de Daniel y Fermín y llevado a vivir una aventura única en la que pondrá a prueba todos sus sentidos.

Avance de la historia dosificado en breves capítulos que pasarán unos tras otros ante la expectante avidez creciente del lector, que verá cómo se han sucedido las páginas sin haber sido apenas consciente de ello.

"No hace falta creer en Dios para confesarse. Es algo entre usted y su conciencia. ¿Qué tiene que perder?"

Sutil ironía que puebla toda la obra. Ingenio y saber hacer en cada frase. Denota una maestría en el uso del lenguaje de una elegancia sobresaliente. Destaca una libertad en las formas y los contenidos en los que no caben los tabúes. Guiños y homenajes a grandes obras de la literatura así como a otras novelas del autor condimentan toda la historia.

La expresión que mantendrá el lector mientras absorbe esta historia será de grandes ojos abiertos o de una cómplice sonrisa, si bien no una combinación de ambos.

"Un buen mentiroso sabe que la mentira más efectiva es siempre una verdad a la que se le ha sustraído una pieza clave."

El final que da cierre al libro pone los cimientos para la continuación mientras que concluye perfectamente lo tratado en esta novela en concreto. Con unas últimas páginas que le sonarán al lector, haciéndole pensar que no podía terminar de otra forma, ciclos que vuelven al punto de partida, muy a lo Zafón.

En El prisionero del cielo convergen los hilos argumentales de las anteriores novelas, uniéndose en un solo entramado de mayor envergadura capaz de atravesar el tiempo.